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Artículos Crítica Especial: FICValdivia 2012

«La Respuesta» de Leopoldo Castedo: Encuentro con la memoria

Por: Luis Horta / 05 de octubre, 2012

No es novedad ver, en el contexto de este Festival, salas llenas de estudiantes y gente joven ansiosa de descubrir nuevos nombres, cineastas, películas, movimientos de cámara o efectos visuales. Lo que si es novedad, es que esa misma generación que ha crecido permeable a la influencia medial y la inmersión virtual, asista en masa a ver una modesta película documental chilena filmada en 1960. Lo que se vivió la tarde de ayer en el re estreno de la película «La Respuesta», restaurada por la Cineteca de la universidad de Chile, fue un verdadero acontecimiento: un lugar único e irrepetible cuyo tiempo y espacio parecieron suspenderse en una dimensión paralela al cotidiano del Festival, algo que adquirió un significado especial en torno al cine nacional.

La sesión de ayer fue, en estricto rigor, una provocación. En un contexto donde los apoyos al rescate del patrimonio fílmico nacional son limitados o sometidos a operaciones políticas, la exhibición de «La Respuesta» en una sala llena es alentadora para generar una reflexión  mayor en torno a la relación memoria-público. Proyectar un film como éste es, en esencia, un acto político que fue recibido de la mejor manera por los espectadores, ya que su sola presencia es el significado más elocuente sobre el reclamo al derecho a la memoria, a la historia y a las posibilidades de acceder a nuestro cine. El derecho a recordar no está escrito en ninguna ley, constitución o código, pero la posibilidad concreta de reconstruir imaginarios despojados, vidas quebradas o lugares desaparecidos, no puede ser sometido al mercado o a las dinámicas reaccionarias de enfrentarse al arte o a la historia.

«La Respuesta» es un documental filmado por Leopoldo Castedo en medio de la catástrofe que sacudió a gran parte del sur de Chile en 1960, en el terremoto más violento que haya registrado algún aparato de medición: 9,5º. Dos mil muertos y dos millones de damnificados son las frías cifras que resumen el cataclismo más trágico que recuerde una generación entera. Valdivia fue una de las ciudades más dañadas por el movimiento telúrico, tragedia que pudo ser peor luego que el lago Riñihue viera bloqueado sus desagües a partir del derrumbe de tierra, posibilitando que éste se rebalsase e inundara la ciudad completa. La película documenta in situ todos estos acontecimientos y la insólita «respuesta» de la gente, que permitió el salvataje de la ciudad. El incesante colectivismo de trabajadores voluntarios que día y noche realizaron faenas a punta de palas y picotas para destapar las salidas de agua aparece ante la cámara de Sergio Bravo, que acompañó a Castedo en la empresa de registrar un momento único, encabezado por el empuje del ingeniero Raúl Sáez. «El Riñihuazo» aún es recordado entre los habitante de Valdivia, no solo por los sobrevivientes, sino por aquellas generaciones que han escuchado la historia de cómo fue la misma población la que decidió tomar las riendas de su destino.

Castedo, que en su juventud en España acarició la ideología anarquista, emigró a Chile a bordo del legendario barco Winnipeg junto a otros exiliados de la guerra civil, transformándose en una relevante personalidad entre la intelectualidad local. Su paso por el cine fue breve, siendo reconocido por sus aportes en el campo de la historia y la etnografía. El documental «La Respuesta» es su único film de largometraje que realizó, y a pesar de ser una obra mítica para Chile, no se había reparado en la fragilidad en que se encontraba: los negativos se destruyeron en el incendio de los laboratorios ALEX de Buenos Aires, y la única copia 35mm existente quedó abandonada tras la intervención militar que sufrió la Universidad de Chile en 1973. La no existencia de copias en 35mm o versiones de acceso al público fue un daño que comienza a resarcirse luego de ésta restauración que, sintomáticamente, fue financiada con recursos españoles.

A casi cincuenta años de su estreno, el film se ve fresco, límpido y sobrecogedor al develarnos la naturaleza de un país que fue despojado a su gente, donde los gestos humanos no se hacen para el rédito publicitario, la explotación de la imagen o los beneficios personales. «La Respuesta» es una lección en muchos sentidos: de la urgencia por recuperar la memoria de un país, de restituir los despojos y de reformar los sistemas que posibilitaron la pérdida de nuestra memoria. La amnesia en que se ha sumido a varias generaciones, los estereotipos e imaginarios de país que se han implementado y la validación de sistemas de vida determinados por el mercado se ponen en jaque a partir de un modesto documental. También es una reflexión sobre el rol de la Universidad estatal que posibilitó que uno de sus académicos se vuelque al trabajo directo con la gente. Ese es el gesto político: la perspectiva histórica que permite enfrentarnos no solo a la verdad, sino a los cuestionamientos que nacen a partir de descubrir cómo un país que ya no existe pero sigue siendo el mismo.

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Artículos Crítica Especial: FICValdivia 2012

Miguel, San Miguel: Una historia Más

Por: Diego Pino / 03 de octubre, 2012


Debo decir que entré al Aula Magna de la Universidad Austral en Valdivia con un mal prejuicio sobre la «Película de Los Prisioneros», pues tenia la sensación de que hacer una película sobre una banda tan conocida, podría terminar en una muy pretenciosa cinta. Finalmente salí de la proyección con una opinión totalmente contraria, esta era sólo otra historia más.

El cine son historias. Conocido es el dicho de que todas las historias fueron contadas hace mas de 2000 años, y realmente lo único que podemos hacer es manejar de mejor forma la información que tenemos y encontrar la mejor forma de contarlas; y aunque esto sea cierto o no, lo principal está en poder hacer atractivo lo que queremos contar de manera interesante (no quiero usar la palabra novedosa).

Miguel, San Miguel, tiene un problema (para mi): se me presenta como una historia más, ni tan interesante ni tan entretenida, finalmente no fue la historia de esta importante banda, como era vendida, si no que se presenta a un grupo de jóvenes ochenteros, a veces demasiado mitificado, que querían tener una banda de rock, como muchos de nosotros, y que afortunadamente ellos pudieron formar para placer de todos, pero que se basaba en conflictos personales de Miguel Tapia, que si bien puede ser interesante, lo siento, pero no fue lo que yo iba a ver (mal informado quizás). El tema es que vimos historia de amor, sexo, conflicto social muchas veces forzadas, para ir construyendo una historia que no aporta muchos mas datos sobre lo que ya conocemos. Me faltó verlos más contestatarios y por supuesto escucharlos más (lamento enterarme que es por un tema de derechos)…. Me faltó.

Y aunque agradezco esa puesta en escena que establece una simplicidad, tanto el blanco y negro y la cantidad de buena música que escuchamos, no logra jamás insertarme en un relato que implica una carga histórica importante, y que termina haciendo predecible cada minuto que va ocurriendo, quizás por lo difuso de las conexiones entre escenas, pero eso ya es entrometerse en algo mas especifico propio de la construcción de una película, en el que no quiero entrometerme. Por ahora me quedo con la sensación de momentos que hacen difuso un relato con un objetivo que a veces me parecía poco claro. Si bien tiene diálogos muy entretenidos y con personalidad, nunca pude verlos a ellos, es decir, podría haber sido cualquier grupo de amigos.

Supongo que a muchos, al contrario mio, les gustó o creen que es una mejor forma de contarlo, puede ser, la verdad no lo sé, quizás sea mejor hacer un musical o una película netamente de música como escuché por ahí.Lo que sí se es que aún no llega «La película de los prisioneros».

Finalmente me quedo con un buen rato en el Festival de Cine de Valdivia, pero quizás, ¡quizas! hubiese sido mejor cumplir con mi prejuicio anterior y ver una película absolutamente pretenciosa.

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Artículos Especial: FICValdivia 2012

Comienza el Festival de Cine de Valdivia! cobertura especial de Séptimo Arte

Por: Editor / 03 de octubre, 2012

Estamos en la tierra de «Heidi» González, de Miguel Barriga, de Daniel Guerrero y de Camilo Henríquez. También el lugar donde se realiza el Festival internacional de Cine de Valdivia, evento que comenzó anoche con la proyección de «Miguel, San Miguel»,  película que recrea la historia de la banda punk «Los Prisioneros», algo así como la «Control» chilena.

Durante cinco días estaremos cubriendo actividades, exhibiciones y un sinfín de pormenores que lo más probable no ingresen a la prensa oficialista.

Pronto, reportes desde el sur de Chile.

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Cineclub Noticias

Cine Club Universidad de Chile realiza retrospectiva sobre el cubano Tomás Gutiérrez Alea

Por: Editor / 30 de septiembre, 2012

El Cine Club de la Universidad de Chile exhibirá tres de las películas más reconocidas del cubano, en este ciclo que busca profundizar en la obra del precursor del Nuevo Cine Latinoamericano, tal como ha destacado en años anteriores la cinematografía de otros grandes directores universales: Todd Solondz y Béla Tarr.

Tomás Gutiérrez Alea, o “Titón” como le decían sus cercanos, es quizás el más célebre director de cine cubano y uno de los principales referentes del Nuevo Cine Latinoamericano. Ése fue el nombre con que se conoció al movimiento cinematográfico que supo desarrollar una estética y unas temáticas acordes con las transformaciones sociales de los años 60 y 70: el Cinema Novo brasileño de Glauber Rocha y Pereyra Dos Santos, la obra de los argentinos Pino Solanas y Leopoldo Torre Nilsson, el Nuevo Cine Chileno de Miguel Littín, Aldo Francia y Helvio Soto. Tributario en parte de la Nouvelle Vague francesa y del neorrealismo italiano, en Cuba el movimiento surgió de la mano de Santiago Álvarez y Tomás Gutiérrez Alea.

Pero la obra de Titón tiene sus particularidades. Desapegada, como todo el movimiento, de los cánones estéticos “de la perfección” en el encuadre, foco e iluminación, por ser asociados al cine burgués, su filmografía reflexiona con un particular humor sobre temas muy poderosos y a veces incómodos para los mismos militantes, como el colonialismo cultural, la burocracia del Estado o las contradicciones de clase de los intelectuales.

Si bien trabajó para el gobierno revolucionario cubano, su cine no puede calificarse como oficialista. Un ejemplo de eso es la película que abre este ciclo el miércoles 3 de Octubre: La muerte de un burócrata (1966), sátira social que en 85 minutos denuncia con mucho humor el sinsentido de la burocracia. Esta comedia, llena de absurdos, comienza con la muerte de un hombre que es enterrado junto a sus documentos. De ahí se desata un torbellino de situaciones para que su mujer y su sobrino puedan recuperarlos.

En la segunda cita del ciclo, el miércoles 10 de Octubre, será exhibido el film Las doce sillas (1962). Es una cinta basada en la novela homónima del los escritores sovieticos Ilya Ilf y Eugene Petrov, que relata la historia de un aristócrata que busca una silla donde están escondidos los brillantes de su familia, y que en su periplo por encontrarlas atraviesa las más tragicómicas situaciones.

Para cerrar esta muestra Estudios de Autor, el Cine Club de la Casa de Bello proyectará el miércoles 17 de Octubre, la película más reconocida de Gutiérrez Alea: Memorias del subdesarrollo (1968). Debido a este film, que hoy es considerado la obra maestra del cine cubano, el director ganó numerosos premios, entre ellos el FIPRESCI que entrega la prensa cinematográfica especializada, y el Premio de la Federación Internacional de Cine Clubes-FICC, organismo con gran presencia en la isla caribeña. La película está basada en la novela “Memorias inconsolables” de Edmundo Desnoes (quien aparece brevemente personificándose a sí mismo), y profundiza en las contradicciones sociales a partir de la historia de un joven burgués que regresa a Cuba tras el triunfo de la Revolución.

Miércoles 3, 10 y 17 de octubre a las 19 horas

Sala Jorge Müller del Campus Juan Gómez Millas

A pasos de la esquina de Macul con Grecia y de la Plaza Ñuñoa

Entrada gratuita y abierta para todo público

www.cineclub.uchile.cl Fono: 9787979

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Artículos Opinión

DECLARACIÓN PÚBLICA INVESTIGADORES DE CINE CHILENO

Por: Editor / 26 de septiembre, 2012

Los abajo firmantes, exponentes del campo profesional de la investigación en cine chileno, estimamos necesario dar a conocer nuestro punto de vista sobre el cambio en la orientación de las bases del Fondo de Fomento Audiovisual en la Línea de Investigación, hecho que daña significativamente la producción de conocimiento sobre nuestro cine. En las nuevas bases del año 2012, se lee:

Modalidad única que financia proyectos de investigación asociados al desarrollo de la
industria audiovisual en Chile. En la presente convocatoria se dará preferencia a estudios sobre la industria audiovisual y mercados, en particular al comportamiento de audiencias en Chile y las posibilidades de ampliación de mercado para el audiovisual chileno.
Esta orientación fija un criterio a priori excluyente en los trabajos de investigación,
afectando otras líneas que se han confirmado como un campo en creciente desarrollo, donde académicos e investigadores han aportado al cine como área de conocimiento, generando una valoración importante de nuestra filmografía.

Ello se ha traducido en que durante los años 2005 y 2011 se han financiado cerca de 80 investigaciones que han producido saber relevante sobre nuestro cine, mediante la reflexión crítica y la investigación histórica en diálogo con disciplinas tales como la
filosofía, la estética, los estudios culturales, la antropología, la semiología, la historia, etc.

Orientar la línea de investación solamente a los estudios de mercado y audiencias afecta esta área de desarrollo e interrumpe una política pública de apoyo sostenido a la investigación sobre cine. Esto plantea una paradoja: los estudios orientados a las memoria histórica y a la reflexión teórica sobre el cine chileno son dejados para el libre juego de oferta y demanda de editoriales privadas, y las investigaciones que tocan las variables de mercado e industria encuentran amparo a través de fondos públicos, cuando todos los estudios sobre cine chileno deben ser susceptibles de ser financiados con fondos púbicos.

Esta medida presenta además una anomalía entre la valoración que el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes promueve del cine y aquella que defiende para otras disciplinas como Artes Visuales, Música y Teatro, donde a través de la Línea de Investigación de FONDART los estudios teóricos, críticos e históricos sí encuentran cabida. El cine, al igual que las otras artes, no es solo un producto industrial, sino también un objeto cultural que debe ser estudiado y criticado.

Lejos de ser un tema sectorial, que solo puede preocupar a los investigadores de cine chileno, lo ocurrido en la convocatoria 2012 revela un desconocimiento de la lógica de la generación de Patrimonio cinematográfico, así como de la diversidad de la dimensión cultural, social y artística del cine, el rol esencial que tiene la investigación y la crítica en la cadena de valor de la producción cinematográfica, generando contexto, reflexión y, por tanto, un mejor público para el cine chileno.

A partir de aquí, rechazamos la reformulación de las bases del Fondo de Fomento Audiovisual en su línea de investigación, hacemos un llamado urgente a su revisión, y esperamos una respuesta pública de autoridades y del Consejo Audiovisual respecto a este punto.

Saludan atentamente,

José Miguel Palacios
Candidato a Doctor, New York University

Iván Pinto Veas
Investigador independiente, editor laFuga.cl

Udo Jacobsen Camus
Director Carrera de Cine, Universidad de Valparaíso

Luis Horta Canales

Coordinador General Cineteca Universidad de Chile

Académico Universidad de Valparaíso

María Laura Lattanzi,
Candidata a Doctora, Universidad de Chile – Docente Sociología del Arte

César Barros A.
Profesor Asistente
Department of Languages, Literatures & Cultures, State University of New York, New Paltz

Vania Barraza T.
Profesora Asociada
Lenguas y Literaturas Extranjeras, Universidad de Memphis

Natalia Möller González
Candidata a Doctora, Universidad de Chile

Carolina Urrutia Neno
Docencia e Investigación, Universidad de Chile / Pontificia Universidad Católica.
Candidata a Doctora en Filosofía, mención en Estética, Universidad de Chile.

Daniela Colleoni Villagrán

Investigadora Cineteca Universidad de Chile

Carlos Ossa S.

Académico Facultad de Artes e  ICEI, Universidad de Chile

Marcela Parada Poblete
Docencia e Investigación
Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos, Pontificia Universidad Católica de Chile

Elizabeth Ramírez Soto
Candidata a Doctora, University of Warwick

Pamela Pequeño de la Torre
Académica Instituto de la Comunicación e Imagen, Universidad de Chile
Candidata a Magíster Universidad de Chile

Andrea Chignoli
Profesora Asistente Depto. Dirección Audiovisual
Facultad de Comunicaciones, Pontificia Universidad Católica de Chile

Claudio Guerrero Urquiza
Investigador en historia del cine y artes visuales
Estudios de Arte / Universidad Arcis

Felipe Blanco M.
Crítico, profesor y programador de Cine

Ximena Vergara
Magíster Pontificia Universidad Católica de Chile

Carl Fischer
Profesor Asistente
Lenguas y Literaturas Modernas, Fordham University

Dr. Felipe Silva Montellano
Investigador Fondecyt
Departamento de Diseño, Universidad tecnológica Metropolitana

Catalina Donoso Pinto
Profesora Asistente
Instituto de la Comunicación e Imagen, Universidad de Chile

Natalia Cariaga Madariaga
Magíster © Estudios de la Imagen, Universidad Alberto Hurtado

Jorge Iturriaga E.
Doctor en Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile

Paola Lagos Labbé
Académica e Investigadora, Instituto de la Comunicación e Imagen. Universidad de Chile.
Doctora © en Comunicación Audiovisual, Universidad Autónoma de Barcelona

Angeles Donoso Macaya
Visiting Scholar
State University of New York, New Paltz

Tiziana Panizza Montanari
Académica, investigadora y documentalista. Instituto de la Comunicación e Imagen, Universidad de Chile. Magister en Arte y Medios, University of Westminster, Inglaterra

Alfredo Barría
Licenciado en Cine, Universidad de Valparaíso

Mónica Villarroel
Doctora © en Estudios Latinoamericanos, Universidad de Chile

Milena Grass Kleiner
Académica e investigadora, Doctora © en Literatura, P. Universidad Católica de Chile

Angelica Franken
Magister U. Catolica, Estudiante Doctorado en Literatura U. de Chile

Vicente Plaza Santibáñez
Magíster en Artes, Universidad de Chile

Macarena Urzúa Opazo
Profesora Universidad Alberto Hurtado-Universidad Finis Terrae
Postdoctorado Fondecyt, Universidad de Chile

Luis Roberto Órdenes Pérez
Licenciado en Historia y Cs. Sociales, Licenciado en Educación Universidad de Valparaíso
Grupo estudios críticos y difusión de cine

Claudia Bossay P
Candidata a Doctora, Queen’s University Belfast

Laura Senio Blair
Associate Professor in Department of Spanish and Latin American Studies
Southwestern University EEUUJaviera Lorenzini R.

Estudiante de magíster en Literatura U. de Chile.

Antonia Girardi B.
Estudiante de Magíster en Estudios Latinoamericanos, Universidad de Chile.

Maria Paz Peirano
Antropologa Social, PhD (c) University of Kent UK

Isabel Orellana Guarello
Programadora Festival Internacional de Cine de Valdivia

Ricardo Greene
Académico UCM / Director FIDOCS / PhD (c) en Visual Anthropology, Goldsmiths

Maite Alberdi
ADOC

Roberto Trejo
Investigador Universidad ARCIS

William Thayer

Gilda Luongo

María José Torrealba

Germán Liñero A.

Martin Tironi

Carla Olivares

Isabel Mardones

Luis Mora del Solar

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General Noticias

Cine Club de la Universidad de Chile conmemora Día del Cineclubismo Chileno

Por: Editor / 27 de agosto, 2012

Este miércoles 29 de agosto a las 19 horas, en el cierre del Ciclo de Cine Árabe y de Medio Oriente, el primer Cine Club fundado en Chile en 1954, recordará a uno de los precursores de este movimiento: el doctor Aldo Francia, un día antes de la conmemoración de su natalicio, el que la Red de Cineclubes de Chile ha instaurado en su honor como el Día del Cineclubismo Chileno.

En la ocasión, se proyectará de manera exclusiva la cinta Líbano(2009, 90 min) de Shmulik Maoz, ganadora del León de Oro del Festival de Venecia y nunca antes exhibida en nuestro país. El film narra la incursión de un tanque israelí en territorio libanés, en el marco de la guerra de 1982 entre ambos países.

Para situar al público en el contexto histórico y político de los sucesos representados en la película Líbano, estarán presentes académicos del Centro de Estudios Árabes de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile. Al finalizar la función, se ofrecerá vino de honor a los presentes.

El concurrido Ciclo de Cine Árabe y de Medio Oriente ha develado la importancia de la circulación de material audiovisual relativo a esa zona geográfica, marcada por los sesgos ideológicos occidentales hacia el Islam y los conflictos políticos de la región. Asimismo, ha visibilizado problemáticas prácticamente desconocidas en nuestro país, como las duras condiciones del pueblo saharaui en el Sahara occidental, permanentemente asediado por los marroquíes y cuya constitución como República independiente aún no ha sido reconocida por la mayoría de los países del mundo.

La participación activa del público es el fundamento del movimiento cineclubista, quienes el año pasado se han articulado en la Red de Cineclubes de Chile, con el objetivo de sumar fuerzas para constituirse como una cadena de distribución audiovisual alternativa a las grandes empresas comerciales, cuya finalidad es precisamente combatir la alienación de los espectadores como consumidores y reivindicar el rol de los públicos en todas las actividades culturales.

En Chile, el movimiento cineclubista surge en los años 50 y 60, de la mano de jóvenes cineastas, que luego darían forma al Nuevo Cine Chileno, como Pedro Chaskel, Sergio Bravo y Aldo Francia. Este último, médico pediatra de profesión, fundó el Cine Club de Viña del Mar en 1962 y dirigió los destacados largometrajes Valparaíso mi amor (1969) y Ya no basta con rezar (1972). Como una forma de reconocer su importante labor social y cinematográfica, desde 2011 la Red de Cineclubes ha conmemorado su natalicio declarando el 30 de agosto el Día del Cineclubismo Chileno.

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Artículos

Orlando Walter Muñoz

Por: Editor / 24 de agosto, 2012

“De aquí en adelante el cine nacional marcha por otras aguas. Cada

director mostrará algo más que imágenes: su cine será el santo y seña

de un pensamiento, de una posición. Chile busca el cine de autor.

Labor nada fácil entre un público acostumbrado a pensar a Chile en la

manta tricolor del huaso, en la china que baila cueca, en „el roto bueno

para la talla‟. El país todavía no perdona a quien le dice que existen

poblaciones callampas, cinturones de miseria, problemas como el

alcoholismo o la dependencia.”

Orlando Walter Muñoz, 1972

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Artículos

Fallece Orlando Walter Muñoz

por: Editor / 22 de agosto, 2012

Orlando Walter Muñoz es uno de aquellos artífices de muchas cosas, y que suelen no figurar en los injustos rangos de relevancia que suele otorgarse a quienes sentaron bases para que el presente sea tal. Crítico de cine, actor, compositor, hombre de radio, fue uno de los animadores de la vida cultural del Chile de los años sesenta y setenta, escritor de la revista Primer Plano, activista del cineclubismo viñamarino y participe de los festivales de Cine de Viña del Mar en aquellos años. Es el letrista de una de las canciones mas bellas y terribles del rock chileno «La muerte de mi hermano», que grabaran Los Mac’s en los sesenta, así como una creador de una misa rock que se estrenó en 1968 con interpretación de una banda de Quilpué: Los Sicodélicos.

Su labor en la crítica cinematográfica fue notable. Agudo y acertivo, sus textos entremezclaban la sabiduría y el análisis de quien busca en la poesía una forma de enfrentarse a la vida. Escribió en las revistas de crítica cinematográfica Primer Plano -en plena UP- y Enfoque -en plena dictadura militar-, siempre aportando desde la estética y el contexto social.

Hace algunas semanas se lanzó en Valparaíso el libro «Hablando de Cine» escrito por dos portentos del área: el fotógrafo Héctor Ríos y el guionista y crítico José Román. Ahí se incluye un DVD con una entrevista que ambos cineastas le hicieron a Orlando Walter Muñoz. Es quizá el último reconocimiento, el merecido y de los pares.

Hoy se ha producido la muerte de Orlando Walter Muñoz. Y desde este modesto sitio, lo saludamos, agradecidos, en la distancia.

La muerte de mi hermano-Los Mac’s 1967

Banda: Los Mac`s
Album: Kaleidoscope Men
Año: 1967
Track: 07 – La Muerte de Mi Hermano

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Artículos Columnas de Vittorio Crítica Ensayos

Fellini por Vittorio: Aproximación al film 8 1/2

Por: Vittorio Farfán / 17 de agosto, 2012

Por Vittorio Emmanuel Farfán

El concubinato era algo que los Romanos intentaron erradicar proscribiéndolo tanto social como legalmente. Considerado una mala costumbre aprendida de los liberales y excéntricos griegos, al parecer lo encontraban primitivo y muy alejado de su forma de concebir el orden, más distante aún de lo que los helénicos llamaban democracia. Hablando de la democracia, era el placer de los Romanos y ex-Romanos por ser dominados siempre bajo un yugo, un emperador oligofrénico, un dictador fascista o un empresario mafioso, pero en una comunidad que dice ser católica y que al mismo tiempo conserva plazas y estatuas con alegorías sodomitas, pasado de juergas dantescas de una Roma que era más fiesta que imperio. Así es la contradictoria Italia referente de la moda y cuna del neorrealismo, conceptos tan dicotómicos tan incongruentes como la misma Roma, donde es difícil no pensar en todo esto al momento de hablar de Fellini, responsable de una tan sincera y demente inconsecuencia  como tambien lo es el pueblo que representa.

Fellini al parecer era un tipo excéntrico, al parecer muy similar al personaje que interpreta Peter Seller en “tras la pista del zorro”, un hiperventilado cineasta cuya forma de dirigir era cómica, y no esa versión metrosexual que se buscaba representar siempre reflejándose en un actor como Marcello Mastroianni. Es imposible no conectar 8 ½ con Italia y con el mismo Fellini, asi comoes difícil culpar a un cineasta de que Italia sea como es… pero sí es más fácil culpar a una película.

Guido es Fellini. Un famoso cineasta que al parecer se encuentra realizando un film de naves espaciales en donde lo único que está claro es que tienen un escenario en un desierto a medio armar, aparte de que no sabe qué hacer con la película de la misma manera que no sabe qué hacer con su esposa. Tampoco sabe qué hacer con su amante, ni si le atrae la joven novia de su gran amigo, no sabe si extraña su pasado, no sabe qué hacer con su amor platónico, no sabe si lo que siente es nostalgia o si debe culparla de sus temores del presente, si quiere escapar de todo. Guido tiene las cosas menos claras que Hamlet, y a pesar de todo tiene que aparentar frente a sus productores, periodistas y amigos, de que si va a hacer una película. Fellini siempre admitió ser un mentiroso. El cine es un oficio de mentirosos, de escritores maquillados que no saben escribir y que por eso hacen cine, o personas que disfrazan su procedencia y la vuelven en cine. La película se concentra en cómo esta madeja de problemas se van combinando con su nostalgia, con sus momentos oníricos y la realidad que no dejan en ningún momento de ser uno o lo otro.

Es un filme de brillantes contradicciones, no solo es una reflexión individual de un director que no tiene claro qué hacer con su vida, pero termina siendo un ensayo de qué es el cine. La palabra «cine» no solo simboliza un grupo de anticuados haciendo películas de duelos, galanes de ojos delineados y  buscadores de tesoros. La palabra cine, en su origen, significa movimiento, y esta película cuestiona los elementos estáticos que se ha impuesto la sociedad, en especial, en el viejo continente donde también creen ser creadoras de las rígidas directrices que fijan los cánones de moralidad, basado en la demencia de algún emperador guerrero incoherente fanático cristiano.

Vida y Muerte… siempre vemos ese juego, la sensación de soledad, a pesar de estar rodeado de un zoológico de seres extraños, sus personalidades y estereotipadas vestimentas nos recuerdan a la etapa de caricaturista de Da Vinci. Fellini desde niño amaba los circos. Para él, el mundo que lo rodeaba era sólo un circo con personajes extraños, tanto en su forma como en sus acciones. La ausencia de la partida de alguien, o tal vez de su propia partida, de esa eterna sensación de que la película habla de un autoexiliado, de un mundo onírico ahogado en el presente y en las ausencias del pasado, en esa búsqueda de lo que se a perdido en el tiempo de vida avanzado. Esa sensación de ser una reflexión madura a portas del final, algo que siempre queda como sensación en los filmes de Fellini cuando sus protagonistas quedan mirando el horizonte con ese sentimiento encontrado y con un desaire de partir, dando a entender que esa parece ser la única opción.

La mentira nunca pudo aproximarse tanto a la verdad. Con música de Nino Rota que resume todo ese espíritu de Fellini, llena de diferentes pasajes y con variados sabores, aromas, esa melodía nos da la sensación de que de lo cómico y sin sentido es como avanza el mundo, esa sensación de ver a Marcello Mastroianni como siente que ya no es él, y que no sabe quien es ese hombre que esté en el espejo, trata de armar a Guido, o recrearlo, con sus recuerdos, e intenta de completarlo con hologramas que ve de él en esas mujeres que dice amar o desear. La semiótica de los personajes es una flora que crea como espejos que se convierte en cuadros de su pasado, y eso se combina con los juegos de elipsis en espacio y tiempo, donde el presente no es lineal, es circular vuelve a los recuerdos y hasta se pasea por los sueños.

Las mujeres de Guido. Cada una de ellas representan sabores, aromas, colores, texturas. Una visión machista y sincera, un machismo que entiende que no sabe qué domina, ni si se domina a si mismo, filosofía primitiva y salvaje. Más que quererlas, amarlas, desearlas o extrañarlas, él quiere esos momentos, esas pasiones, esa vida. Pero ese duelo de vaqueras está principalmente entre su esposa y su amante, aunque son más los bandos involucrados. Su esposa es el simbolismo de todo lo rígido, y al mismo tiempo la necesidad de estabilidad que busca el hombre desde que se volvió sedentario y la usó como cimiento, cuando empezó acotar el mundo evitando las cajas de Pandora. La amante, es la diosa de los demonios, libre, loca incontrolable. ¿Su esposa fue alguna vez así? Claro, cuando jugaban, cuando estaban locos y borrachos. Siempre existe un esplendor, ese instante, ese que se persigue, se obsesiona, se lucha. Y cuando esto ocurre… después se intenta volver a recordar o extrañar.

Tal vez volviendo a ese momento en que los protagonistas de los filmes de Fellini reflexionan, entendiendo que es ese el esplendor que buscan, que al final solo son esencias, y que tal vez como la Luz se tiene que entender que se es aura y carne, que se tiene que entender esa Dualidad. Fellini tiene razón en algo: el cine no se escribe, el cine se maneja de otra forma… el Cine es Luz, y del papel queda lo que fosilió la luz. Ambos tienen su sentido casi opuesto. En 8 ½ se a apela que el cine tiene que buscar su forma de luz. Por otro lado, éste es el Fellini mas criminal de criminales, nos dió una película que al igual que otros hitos suyos, es el Fellini que vende Italia como marca, esa Italia de multitienda, esa Italia estereotipada, esa Roma que sirve para la cámara de turismo. Pero también podemos sentir más que un Fellini sofisticado, que come en platos con diseño de Restaurante Internacional de cinco tenedores, un sabor campestre y una fiesta de manteles de tela escocesa, cocineras gritando “pasta al pesto!!!”, hombres gritando por que la pasta estaba fría. Ese sabor con mas sapiencia, con tonos fuertes y una formula propia que nunca se parece cada  vez que se vuelve a cocinar. Pero todo es, a la vez,  8 ½, esa película de ese cineasta tan amante de las tetonas como Russ Meyer.

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Artículos Cineclubismo Colaboraciones

«El Embrujo del Cine» por Delia Tapia

Por: Camila Pruzzo / 13 de agosto, 2012

Delia Tapia, de la localidad de Curanipe en la región del Maule, fue una entusiasta alumna del Taller de Formación de Audiencias y Cine Club Pelluhue 2012, organizado por Carlos Molina y Karla Díaz, dos jóvenes cineastas egresados de la Universidad de Chile, cuyo proyecto fue financiado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, a través del Fondo de Fomento Audiovisual. El taller realizado durante los meses de Junio y Julio, no sólo permitió un aproximamiento al estudio de audiencias en esta localidad tan alejada de la capital regional, sino también abrió paso para la planificación y formación de un cine club en la zona, impulsado por los alumnos del taller.  A continuación, la carta escrita por Delia en la ceremonia de cierre del taller.


El embrujo del cine me cautivó gracias a la enseñanza de dos jóvenes salidos de la Universidad.

Hoy 10 de Agosto es el día clave para despegar con nuestros propios medios, pensar que hace dos meses tras ignoraba totalmente lo que era el cine y hoy gracias a éste curso puedo decir que he aprendido.

Al comenzar, me encontré con unos excelentes profesionales los que clase a clase me impregnaban de conocimientos, que hasta ese momento, eran totalmente desconocidos, como por ejemplo el saber que el cine tiene sus orígenes en la fotografía, lo importante que fue Edison, los hermanos Lumière y así un millón de sapiencias de las que me siento orgullosa, una lástima que este conocimiento no halla sido recibido por una cantidad mayor de personas, ya que, nadie debería privarse de la cultura, efervescencia social y política que está reflejada en los films.

También como dijo Patricio Guzmán “Un país que no tiene cine-documental es como una familia que no tiene álbum fotográfico”

Tendría para hablar horas de todo lo que provocó el cine en mí, pero no quiero cansarlos.

Para finalizar, quisiera otorgar un afectuoso reconocimiento a Karla Días Montalba y a Carlos Molina González, también a los docentes invitados Edison Cajas González y Luis Horta Canales, que me han abierto la mente y me han enseñado a disfrutar del séptimo arte.

Muchas gracias.

Delia Tapia

Curanipe 2012